LA FITERANA
Una casa en movimiento. La principal evolución a nivel hostelero y gastronómico de Fitero se dio cuando tomó las riendas y está al frente David González, joven dotado de una gran visión de negocio que ha sabido adaptar a las necesidades.
A día de hoy, La Fiterana sigue siendo una referencia tanto a nivel de banquetes y reuniones alrededor de una mesa. Además de sus bien cuidadas instalaciones, sin duda ha contribuido también a ello el gran apego del establecimiento a la villa que lo abriga, Fitero, y la gran labor profesional y social llevada a cabo por David, que sigue gestionando con gran profesionalidad. Todo ello, sumado además a la importantísima labor que siente La Fiterana como algo propio.
Si ya como ejemplo de negocio y restaurante, por lo profesional e histórico, La Fiterana es un tesoro, también lo es desde el punto de vista gastronómico, y es que su oferta culinaria contiene una mezcla de tradición, modernidad, técnica y variedad difíciles de encontrar en otros establecimientos. No faltan clásicos, presentes en el comedor como las verduras de temporada, platos de caza en temporada, tradición que cuesta encontrar.
La Fiterana es, sin duda, una institución que ha sabido, además, mantener el apego de las gentes que lo rodean.
Conocemos a David desde hace unos años nos consta que nos sigue y disfruta de nuestras publicaciones, pues más de una vez nos ha reconocido que envidia nuestras incursiones culinarias. Nosotros, por nuestra parte, queríamos disfrutar del ambiente de este restaurante. No fue difícil, por lo tanto, convencerle de que se pusiera el mandil y nos ofreciera su hospitalidad, además de unos excelentes platos. Un fenómeno que ha aumentado espectacularmente en los últimos años. Este mismo mes, casualmente, vuelve a la carga con una cata maridaje de cervezas, que debido al éxito anterior acordaros de reservar sino os quedaréis fuera.
Para esta ocasión David nos recibe con un rabo de cerdo deshuesado con salsa de Oporto y hongos salteados.
Taco de pulpo sobre patata rota y espárragos frescos laminados. Unos platos para quitarse el sombrero.
También dispone de un servicio de comida rápida, pero no por ello de menor calidad, barra de pinchos. Importante reservar para poder comer y asegurarte la mesa.