EL NÍSPERO…
¿Qué es el níspero?
El Níspero (Eriobotrya japonica) es el fruto comestible de un árbol frutal originario de China.
Pertenece a la familia de las Rosáceas, la misma a la que pertenecen otros frutos como la manzana, la pera o las cerezas.
El valor medicinal del níspero se conoce desde tiempos de Dioscórides, pues los griegos ya consumían este alimento.
Se utilizaba por sus propiedades depurativas, diuréticas, antidiabéticas, para la piel, para la gastritis y para el dolor de garganta.
Depuración de primavera: El níspero es un fruto de primavera con propiedades depurativas. Como todos los frutos de esa temporada, posee cualidades diuréticas y beneficiosas para todo el organismo, especialmente para el hígado
Protector del hígado: Estudios científicos han observado beneficios de este fruto para el hígado. Además de ser uno de los frutos con más riqueza en carotenos, el níspero también contiene sustancias protectoras del hígado como flavonoides, ácido ursólico y vitaminas. En una investigación se observó que mejora la función hepática, ayuda a tratar el hígado graso y la fibrosis. Por sus características y composición, es un alimento adecuado en enfermedades del hígado, como la cirrosis, el hígado graso y hepatitis.
Ayuda a reducir el colesterol y a bajar de peso. Destaca el alto contenido en potasio del níspero que junto con la vitamina C y sus flavonoides, lo hacen un alimento diurético para tratar la retención de líquidos.
Es una fruta con pocas calorías. Un níspero es un fruto pequeño que contiene tan sólo 40 calorías (kcal), es decir, 3 veces menos que una manzana (120 calorías) o 4 veces menos que una naranja grande (160 calorías). Por sus propiedades, es muy indicado en planes de adelgazamiento, y para la menopausia.
Debido a que es un fruto con muy bajo contenido en azúcares, rico en fibra y sin grasas, el níspero es uno de los frutos con menor contenido en calorías. Resulta un alimento saciante, además de saludable por su riqueza en betacaroteno. Ayuda a seguir un menú saludable y bajo en calorías, además de contribuir al bienestar del organismo.
Propiedades del níspero para el aparato digestivo.
Gastritis: Debido a su alto contenido en carotenos y a sus componentes astringentes, los nísperos son un fruto saludable que protege las mucosas digestivas y ayuda a tratar la gastritis, acidez de estómago, úlcera de estómago o duodeno, etc.
Diarrea: Es uno de los mejores alimentos sólidos para introducir después del ayuno cuando se produce diarrea, vómitos, gastroenteritis, colitis o descomposición ( en primavera).
Estreñimiento: Una dieta rica en verduras y frutas, como el níspero, aporta fibra soluble que ayuda a regular el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento, por su efecto ligeramente laxante.
Diabetes: Es adecuado para la dieta del diabético, tanto por sus propiedades nutricionales como medicinales. Contiene sustancias hipoglucemiantes, como glucósidos sesquiterpénicos y triterpenos, que ayudan a reducir los niveles de azúcar en sangre.
Un fruto expectorante. Bronquitis: El extracto de hojas de níspero ( Eriobotrya japonica) se utilizan para tratar estados de gripe, la tos persistente, esputos y congestión bronquial. Contiene ácido ursólico y triterpenos, que median la inflamación de los bronquios y se ha utilizado en el tratamiento de la bronquitis crónica.
Cuidado de la piel: Por ser muy ricos en carotenos y vitaminas antioxidantes, los nísperos previenen el envejecimiento de la piel y mucosas del organismo. Tomar nísperos en nuestra dieta nos ayudará a hidratarnos y a tener una piel con mejor aspecto, así como estimular de forma natural nuestras defensas. Estudios científicos avalan el poder antienvejecimiento (anti-edad) del níspero.
Y vamos allá con la receta.
Mermelada de nísperos.
Ingredientes:
1kg 400 gramos de nísperos de frutos que han supuesto 750 gramos una vez limpios.
500 – 650 gramos de azúcar.
el zumo de 1 limón.
Preparación:
Lavamos los nísperos y quitamos las pieles exteriores tirando desde la parte del “rabito” hacia abajo, abrimos, y deshuesamos. Quitamos también una membrana blanca que tienen en el interior. Todo sale muy fácil.
A medida que vamos limpiando vamos añadiendo un poco de zumo de limón para que no se oxiden demasiado.
Si te gustan los trocitos de fruta en la mermelada, corta la fruta un poco más, sino los cortamos en trozos más grandes y los pasamos por la batidora.
Mientras tanto esterilizamos los botes donde vayamos a envasarlos, teniéndolos 10 mts. en agua hirviendo, y procurando que no queden burbujas de aire en el interior.
Sacamos los botes, y dejamos secar boca abajo.
Ahora, ponemos la fruta en una olla junto con el azúcar y el zumo de limón, dejamos reposar un buen rato para que el azúcar se disuelva un poco, y llevamos a ebullición a fuego moderado. Dejamos unos 30-40 mts. a fuego lento y removiendo asiduamente para evitar que el azúcar se cristalice.
Comprobamos que la fruta esté blandita, y pasamos por la batidora si no nos gustan los trozos.
Rellenamos los botes en caliente, tapamos herméticamente y damos la vuelta hasta que se enfríen por completo ( los dejamos toda la noche), para conseguir que se haga el vacío, y que se conserven así durante meses.
Y esto es todo por hoy…