El término inglés vegan fue acuñado en 1944 por Donald Watson, en el primer número de The Vegan News. En dicho documento, Watson explica que creó el término por rechazo a la crueldad y explotación que también implica el lactovegetarianismo, y compara la explotación animal con la esclavitud humana. Además de acuñar el término, Watson fue co-fundador de la Vegan Society (Sociedad Vegana) en Inglaterra. Posteriormente, en 1951, Leslie Cross definió el veganismo como «la doctrina en la que el ser humano debe vivir sin explotar a los demás animales» aunque no sin críticas. El interés por el veganismo se incrementó a partir del 2000 y por ende la comida vegana comenzó a estar disponible cada vez más en los supermercados y restaurantes de muchos países.
Algunos atletas practicantes de deportes de resistencia, como el triatlón «Ironman» (hombre de acero) y la ultramaratón, comenzaron a practicar el veganismo y el crudiveganismo (consumo de alimentos de origen vegetal sin cocción).
Las dietas veganas bien planificadas tienden a ser más ricas en fibra dietética, magnesio, ácido fólico (vitamina B9), vitamina C, vitamina E, hierro y fitoquímicos, y más bajas en calorías, grasa saturada, colesterol, ácidos grasos omega-3 de cadena larga, vitamina D, calcio, zinc y vitamina B12.Las dietas vegetarianas bien planificadas parecen ofrecer protección frente a ciertas enfermedades degenerativas, incluidas ciertas enfermedades crónicas, y son consideradas apropiadas para todas las etapas del ciclo de vida. Sin embargo y debido a que los alimentos de origen vegetal cultivados y cosechados en condiciones estériles no proporcionan vitamina B12 —que es producida por microorganismos tales como bacterias— se recomienda que los veganos consuman alimentos fortificados con vitamina B12 o la tomen en forma de suplemento dietético.
EL ESPÁRRAGO DE NAVARRA
La Denominación Específica «Espárrago de Navarra» se destina a espárragos producidos en Aragón, La Rioja y Navarra en los terrenos que el Consejo Regulador considera aptos para una producción de calidad, comercializándose con las categorías Extra y Primera. Considerados embajadores de toda Navarra, son fácilmente reconocibles por su color blanco, su textura suave, con fibrosidad escasa o nula y su exquisito sabor.
Un producto muy actual a pesar de tener un origen muy antiguo, tal como muestran algunas pinturas egipcias, datadas 3.000 años A. C., donde aparecieron los primeros vestigios de la existencia de este fruto. Sin embargo, es en la época del Imperio Romano cuando aparecen mencionados en los escritos de algunos autores como Plinio.
Según cuentan, las primeras semillas de este fino alimento fueron traídas desde Bagdad, como parte del equipaje de un oriundo que se vio obligado a abandonar dicha ciudad y terminó asentándose en Córdoba. En uno de sus viajes, un ciudadano de Tudela degustó por primera vez aquel manjar, y solicitó le cedieran algunas semillas, sembrándolas a su regreso en la capital ribera, y convirtiendo al espárrago en uno de los protagonistas de las mesas navarras.
El terreno se prepara en otoño, y la plantación entre febrero y marzo, realizándose la recolección a finales de marzo o primeros de abril. Aún hoy, persisten los mismos sistemas de producción utilizados desde siempre, comenzándose a recolectar a las seis de la mañana para poder envasarlos en el mismo día y que no pierdan su agua constituyente.
Otra variedad cada vez más apreciada son los espárragos trigueros, característicos por su color verde y que se consumen de la misma manera.
ALCACHOFA DE TUDELA
Amparada por la Indicación Geográfica Protegida «Alcachofa de Tudela», se cultiva en 33 municipios de la Ribera Navarra, especialmente en la zona de influencia de la capital ribera.
Denominada la flor de la huerta por su característica forma, en Navarra se cultiva únicamente la llamada «Blanca de Navarra». Esta variedad se diferencia de otras por su forma redondeada y por tener un orificio circular en la parte superior debido a que sus hojas no llegan a juntarse para cerrar la cabezuela. También se le distingue por tener un tallo de entre 15 y 20 cm. y dos hojas, amén de ser muy tierna y no tener vilanos – especie de pelos – en su interior.
La plantación se produce a primeros de agosto, mientras que la recolección se hace de forma escalonada y a mano, cada siete u ocho días en primavera, y cada seis días en otoño. Hay un segundo brote que se recolecta a mediados de marzo, e incluso un tercero, que entra en producción a mediados de julio.
Desde antaño se ha creído en los poderes curativos y sanadores de las alcachofas que hervidas o en infusión, poseen unas considerables acciones tónicas, digestivas, diuréticas, antirreumáticas y protectoras del hígado. Para evitar la oxidación de la vitamina C y el consiguiente ennegrecimiento de la alcachofa por el oxígeno del aire, se rocían las alcachofas con unas gotas de zumo de limón.
La alcachofa puede consumirse frita, cocida, como ingrediente de la célebre menestra, con almejas o con jamón. Mil formas de cocinarla y todas igualmente exquisitas. A fin de ensalzar la riqueza de la huerta ribera, cada año en torno al mes de mayo, se celebran en la capital ribera las Jornadas de Exaltación de la Verdura, que combinan todo tipo de actividades, charlas técnicas, concursos gastronómicos, degustaciones populares de productos de la tierra, entre otras actividades. Ver plato típico con este producto Jornadas de Exaltación de la Verdura, que combinan todo tipo de actividades, charlas técnicas, concursos gastronómicos, degustaciones populares de productos de la tierra, entre otras actividades.
Receta Pizza blanca con alcachofas de Tudela, espárragos de Navarra y aceitunas verdes para Veganos.
Ingredientes:
Para la masa de pizza:
3 tazas de harina
1 paquete levadura
1 cucharada aceite de oliva
sal
1 cucharadita. Azúcar
1 taza de agua tibia
Para la salsa blanca:
1 y 1/2 tazas de yogur natural de soya
2 cucharaditas. Polvo de caldo de vegetales
2 cucharadas Levadura nutricional
1 cucharadita. Polvo de mostaza seca
Nuez moscada
jugo de limon
polvo de ajo
cebolla en polvo
salsa Tabasco
Para las coberturas:
1 corazones de alcachofa de Tudela, cuarteados
1 tarro de espárragos blancos de Navarra, cortado en trozos grandes
2 puñados de aceitunas verdes
Queso de soja de elección para rallar en la parte superior
Varias hierbas italianas rociadas en la parte superior.
Extender la salsa blanca en la masa Pizza blanca con ingredientes Algunos rollos de pizza adicionales
Elaboracion:
Haga la masa de pizza al menos 2 horas antes de tiempo.
Coloque la harina en un tazón grande agregar la sal y batir alrededor.
Añadir el azúcar al agua tibia, luego la levadura.
Permita que la levadura empiece a burbujear (solo tarda un minuto).
Usando un mezclador, mezcle la levadura y el aceite de oliva con la harina. Mezcle hasta que tenga una bola suave de masa.
Coloque la masa en un recipiente ligeramente aceitado y poner en un lugar cálido para levantarse. Tomará 45 minutos a una hora dependiendo de la temperatura.
Mientras que la masa está subiendo, hacer la salsa blanca mezclando los ingredientes juntos.
Sazone al gusto con sal adicional y pimienta o levadura nutricional.
Cortar las alcachofas y preparar los espárragos.
Dependiendo del tiempo – si tiene más tiempo, puede perforar la masa y permitir que se levante por segunda vez, esto hará una corteza más lisa, pero no es necesario si no hay tiempo.
Esto hará 2 panes de pizza de tamaño mediano. Llevo mi masa con un rodillo, ya que no soy tan bueno en lanzar y girar.
Precaliente el horno a 375 F / 190 C.
Coloque su pizza en una cacerola de la pizza.
Extienda la salsa blanca sobre la masa.
Añadir los espárragos y las alcachofas.
Espolvorear las aceitunas luego rallar el queso en la parte superior y añadir un poco de condimentos italianos.
Hornear en el horno hasta que el queso se derrita y el fondo de la corteza es ligeramente dorado.